sábado, 8 de junio de 2013

Lo que podemos aprender del girasol


 La alegría y actitud contemplativa del Girasol, Virtud a cultivar 



El girasol es la flor que motiva al corazón 
Hoy nos complace traerles la última reflexión del conjunto de escritos que Shirley Marie realizara en torno a las flores y que nos la presentara para ser publicada aquí en nuestro blog.    En esta ocasión le corresponde al girasol, siendo esta una de las flores más significativas en la vida de Shirley.  Este escrito lo ofrece como estímulo y motivación para todos por el simbolismo que posee.  Shirley se siente muy honrada por participar en nuestro espacio y nos comunica que espera continuar colaborando en STANZA en un futuro cercano.   


La alegría y actitud contemplativa del Girasol, Virtud a cultivar

Colaboración de Shirley Marie Silva
Tanatóloga Certificada  


También es fuego en el interior
El girasol es un disco solar danzante, es disco porque en él está la condición de eternidad de Dios. No tiene principio, ni fin porque es de Dios y despierta y duerme tornándose a Él cada día. Así que este “despertar y dormir tornado hacia Dios” nos enseña que vivir y morir son partes naturales de la existencia que también deben acontecer tornadas hacia Él. Todo comienza y termina en Dios, todo sale y retorna a Él.  El girasol es alegre por su color, color que brota de las pinceladas con las que Dios impregnó su genética, el interior de sus semillas.  En apariencia, el girasol sería lúgubre, ese gran botón marrón y oscuro que ocupa tanto espacio, nos hace pensar en el patito feo. Sin embargo, ese botón es la recámara de muchas, muchas semillas y de los pétalos que encenderán la admiración y alegría de quienes le contemplemos (¡Cuánta alegría genuina y sana hace falta en nuestro mundo!)  Ya sean del girasol común o del enano, ya sea del girasol amarillo o bronceado, estos pétalos impactan por su fortaleza, su textura y sobre todo por la energía que proyectan.
Soy ofrenda, no se trata de egos
 

Simbolizan también por su color, sabiduría y conocimiento, arte que concede poder para atraer. La postura  del girasol es decidida a llamar la atención y a que se gire en torno a ellos. Sin embargo, no es el ego el que lo impulsa a ser así, es el propósito que tiene de ofrecernos una enseñanza contemplativa que nos dirija a Dios. “Mírame, soy alto, mi tallo y mis hojas son grandes y fuertes, puedo creerme autosuficiente… pero no, me levanto y me acuesto mirando al Creador, quien me da mi fuerza y cuando estoy maduro, en vez de conservar mis posesiones, todo el peso de lo que es mi hermosa corona cae de cara al suelo, cuan alto pueda yo ser. Entonces, me ofrezco todo a la tierra, al mundo, para dispersar más mi amor por Él, para ofrendar todas las semillas conservadas en las recámaras de mi botón para que puedan tener también su propósito, crecer, contemplar como yo a nuestro Dios y continuar llevando al humano nuestra mayor virtud: la alegría.  Soy alegre porque vivo mirando a Dios…”  


Cuéntame de tus virtudes y dones...
Cada semilla es una acción que culmina en un fruto y cada fruto es un legado. ¿Qué acciones realizas que generan frutos? ¿Qué frutos buenos nacen de ti? ¿Cuál es el legado de tus frutos? ¿Cómo atraes al prójimo hacia lo bueno y a lo que no hace daño? ¿Cuáles de tus virtudes y dones utilizas con este fin? ¿Eres alegre como el girasol? ¿Te levantas y te acuestas tornado hacia el Creador? ¿Crees en un Creador? ¿Cómo es Él según tu concepto? ¿Estás seguro de tu concepto? ¿Si no crees en un Creador, en qué crees y de qué te sostienes para existir con significado? Estas preguntas no son para juzgar, si no para que te dediques un tiempo y te conozcas mejor.
Mi perspectiva es que mientras el ciclo de la existencia continúe, somos flores del jardín de Dios en la Tierra. Cultivémonos para lograr ser las de Su cielo o las de aquello que otorga significado y bondad a tu existencia y que quizás lo consideras como tu Dios…

Les esperamos en nuestra próxima intervención.  

A todos ustedes un inmenso abrazo y un hasta pronto y a Shirley Marie le decimos que continúe el buen trabajo, que las puertas de STANZA permanecen abiertas para que su buena obra pueda ser difundida y que siempre contará con nuestro apoyo.  
Nos hace sumamente felices el poder divulgar el mensaje y dar participación a las personas que reconocen su misión y llevan a cabo su trabajo bajo actitud de alabanza, de grito consagrado a la vida y a la existencia, en servicio reverente a su prójimo, en perfecta comunión con la creación.  Hacemos una exhortación a todos a alcanzar ese estado natural que nos ha correspondido a todos los seres humanos ya que a través de nuestras acciones nos podemos convertir en agentes catalizadores, los que logremos cambios trascendentales para nuestras propias vidas y para los demás.     N. Benny Tratta

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