sábado, 11 de mayo de 2013

la iniciación de una rosa


Un saludo lleno de grandes logros los que nos brindan fuertes emociones y nos hacen reflexionar sobre lo que estamos experimentando.  AGRADECIDOS, AGRADECIDOS somos de las maravillas de las que estamos siendo testigos día a día con nuestra LABOR.  Continuamos CELEBRANDO durante este mes, el mes de las flores, del puro AMOR de la MADRE y de tantos otros felices acontecimientos dignos de ser celebrados.
 
En esta nueva intervención les ofrecemos una reflexión que Shirley Marie realizara en torno a la rosa y que desea compartir con todos nosotros.  Esta aportación es parte de un conjunto de obras que trata el tema de las FLORES y de una manera muy personal de contemplar su mensaje o simbología.  Este escrito lo ofrece como estímulo y motivación especialmente al profesional de la salud cuyo carisma y compasión es de vital importancia para el éxito de sus intervenciones.



Obra:
La iniciación de una rosa
Concebida por Shirley M. Silva Cabrera
Pastel sobre papel




La iniciación de una rosa

Colaboración de Shirley Marie Silva
Tanatóloga Certificada

*Sugiero que antes de leer la siguiente interpretación, contemplen la obra “La iniciación de una rosa” y formulen su propia idea de lo que significa.

La profesión de enfermería posee un carácter holístico unido a la naturaleza transcendental del ser humano con un potencial de desarrollo espiritual en la Tierra, tan infinito como permita el Creador en el tiempo y el espacio. Ese carácter espiritual intrínseco y natural en todos pero especialmente en el enfermero como cuidador, evoluciona muchas veces a través de “iniciaciones” de tipos variados, desde las más físicas hasta las más sublimes, desde las más concretas hasta las más intangibles. Al impactar su ser, tornan su corazón en uno “iniciado” en artes de comunicación, trato humano, compasión, introspección y contemplación de la “raíz” de si mismo, del prójimo y de lo que le rodea. Es su responsabilidad continuar ejercitando estas virtudes en el bien y para bien.
Las “iniciaciones” muchas veces son acompañadas por manifestaciones del “mundo que no se ve”, cualquiera sea su explicación u origen. También pueden tener una razón científica, pero lo importante no es probar que son experiencias de naturaleza espiritual o no (lo que a fin de cuentas es también un cuadrante humano, no extraordinario o fantasioso). Lo determinante es lo que hace en el “iniciado”, cómo éste se permite convertir y para mejor presente y futuro, transformarse.
*Ciertas enseñanzas establecen que la rosa es la flor con mayor grado de evolución porque posee semilla, tallo, hojas, pétalos, espinas, fruto, aroma y belleza, comparada aquí con el hombre (creatura de mayor complejidad). Esta plenitud incluye un impacto en el “mundo que no se ve”. Así que la rosa es representativa, en esta pintura, de todo aquel que se deje iniciar, se convierta y se transforme, recibiendo cada “iniciación” con buena disposición al cambio y al reto (ver en la imagen, la sonrisa y la inclinación del tallo hacia el frente) aunque conlleve dolor (el ser humano igual que la rosa también posee sus espinas). Los pétalos de la rosa son suaves y coloridos, bañados por una brillantez que incita a la caricia y la ternura (así debe ser la proyección de todo agente de cuidado, incluyendo una personalidad de “aroma exquisito” que permita el que le recuerden siempre como sanador genuino y/o de Dios). Una vez aceptamos la “iniciación”, buscamos culminarla, extendemos los brazos para acoger el nuevo corazón que nos será otorgado (¿Por quién o qué? Escoja usted) como mérito a nuestra persistencia y buena actitud hacia el deber. El “tener los pies sobre la tierra” en contacto con lo espiritual a su vez  (ver  en la imagen que la base y raíz de la rosa se entrelaza con el manto del personaje espiritual) y el mantener una relación continua y directa con la sensibilidad (ver cordón amarillo desde el corazón de la imagen hacia el cuerpo de la rosa o vice-versa) también es una dinámica crucial para el “iniciado”. Este corazón posee en su interior una energía especial caracterizada por llamas de amor, sabiduría y poder sostenidas por un cáliz de pureza que incrementarán en fuerza y proyección según las nutramos y las reforcemos. Este es un llamado especial para el personal de la medicina, la enfermería y de la salud: nutrir no sólo sus destrezas clínicas sino también sus  cualidades humanas y trascendentales. Su legado para la humanidad entonces será el de un verdadero “iniciado”.
“Mi espiritualidad incluye a Dios, por ello le menciono en este escritos. Vuestra creencia o no en Dios, no les priva de llegar a ser o de ser ya UN INICIADO”

“AGRADECIDO estoy YO por vuestro AMOR.  Que toda bendición siempre te acompañe y permanezca en TI para que puedas continuar siendo de inspiración para tantos”.     N. Benny Tratta




Obra:
Intimidad de la flor de N. Benny Tratta
Acrílico sobre madera

"He querido compartir esta obra creada en 1981 y que siento complementa muy bien la maravillosa reflexión que acabamos de disfrutar”.

Pronto publicaremos la última reflexión de este conjunto de obras que Shirley Marie nos obsequiara hace un tiempo para compartirlas con todos.  Hoy nos despedimos hasta nuestra próxima intervención con un abrazo fuerte, lleno de “e-n-t-u-s-i-a-s-m-o, de esa perfecta presencia  que mora en nuestro interior, en cada uno de NOSOTROS”.


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