martes, 14 de octubre de 2014

Momentos especiales en Nueva York 11, 1era. Parte

Algonquin, Algonquines, Algonquinos; ¿Qué  es o quiénes son?  Anicinàbe es la gente originaria.

Hoy deseamos comenzar nuestra entrada con una introducción un tanto más informativa referente al tema que comenzáramos en nuestra intervención anterior.  No pretendemos entrar de lleno en el tema tratado en la obra de Benny, acerca del magnífico escenario en el cual algunos de sus personajes protagonizaran tantas de sus propias historias (‘The Algonquin Round Table, o como ellos mismos preferían llamarse, The Vicious Circle’) a través de los escritos que creaban a diario para ser publicados en la prensa neoyorquina y otras tantas ciudades importantes en una época tan controversial y difícil.

Aunque al principio se pensó llamarle The Puritan, “tras conocerse el dato histórico de que las tribus de Algonquines fueron los primeros residentes del área, se toma la decisión de bautizar el hotel con el nombre de Algonquin”.

No ha sido tarea fácil explicar la procedencia de la palabra Algonquin, nombre que se le diera al tan conocido y renombrado hotel localizado en el 59 West 44th Street de la ciudad de Manhattan en Nueva York, que inicialmente se inaugurara en el año 1902 como hotel residencial y que sirviera de escenario para tantas impresionantes historias en los años en que fueron  desarrollándose los argumentos de los relatos de Benny.  Además de habernos topado con muchísima información al respecto, alguna de esta no es confiable en su totalidad.

Reconocemos que en realidad hay ocasiones en las que el equipo de STANZA se auto asigna temas que no solo se salen de lo que sería una discusión tradicional sino que su grado de dificultad es alto y nos vemos con la inmensa responsabilidad y compromiso de resolver la encomienda de manera correcta y precisa.

Existen varias vertientes respecto al origen o la procedencia del vocablo Algonquin.  Lo que se nos menciona es que su origen es desconocido, aunque el primer dato que nos ofrecen es que  la mayoría de ellos se consideran Omàmiwinini o Anicinàbe y no Algonquin; Anicinàbe significa "la gente originaria".  El segundo dato que se nos brinda es que proviene de palabras con sonidos similares pertenecientes a otras tribus y que su significado puede ser, comedores de corteza (bark eaters), aliados, gentes del lugar de cazar peces con lanzas (of the fish-spearing-place) o buenos bailadores.

En realidad Algonquin es el lenguaje por el cual las  familias lingüísticas Algonquines son nombradas.  En la actualidad existen grupos no muy numerosos, organizados en nueve naciones en Quebec y una en Ontario.  El Algonquin es un lenguaje polisintético basado en verbos relacionados muy cercanos al Ojibwe.  Algonquin se refiere únicamente a ese lenguaje, mientras Algonquines o Algonquinos se refiere a la familia entera del lenguaje.


Los indios Algonquin fueron desafortunadamente víctimas de políticos europeos, además de ser  expulsados de las vastas tierras que una vez fueron de ellos (esta es una historia que se ha repetido tantas veces).  A la llegada de los franceses (quienes fueron buenos amigos de los Algonquin, aunque no buenos aliados) entraron en el intercambio de pieles por armas de fuego.  El grupo de tribus americanas nativas, La Confederación Iroquesa (una liga de seis tribus) siendo ayudados por los holandeses y más tarde por los británicos se unieron para lograr este propósito derrotando así a los franceses y a los Algonquin.  Aunque los Algonquin fueron derrotados nunca fueron destruidos, quedando viva su cultura, resistiendo la extinción, ocupando espacios pequeños en las que una vez fueran sus tierras.

Un anciano cuenta una leyenda o tal vez una broma de mal gusto sobre la historia de los Anicinàbe, la  gente originaria que tanto dolor ha padecido y de cómo nace el vocablo Algonquin.  Les narramos la leyenda tal y como la encontramos en un manuscrito sin el ánimo ni la intención de otorgarle credibilidad.  Nuestro único propósito es el de compartir toda la información que entendamos sea pertinente para que ustedes puedan llegar a sus propias conclusiones.  De nuestra parte les podemos mencionar que sabemos que existen personas que no poseen la capacidad de demostrarse solidarios y lo que es peor aún, juzgan las cosas por lo que aparentan y muchas veces prefieren tomar asuntos tan serios como estos como cosa ligera y sin importancia.  El equipo de STANZA se solidariza con todo aquel que en la trayectoria de su existir y sus vivencias cotidianas cuente con acontecimientos donde haya sido excluido de las vertientes tradicionales.  Aunque no existe nada fuera de orden en ser un individuo con propias ideas y con un sentido de individualismo más allá de lo que la mayor parte de las personas puedan entender o tal vez, tenga la capacidad de tolerar, en este mensaje deseamos unirnos a todos ustedes para decirles que:
“Cada individuo posee el derecho inalienable de SER y EXISTIR en lo que sanamente entienda es lo que vibra en él, y que no tiene la necesidad ni la obligación de SER de otra manera solo porque a otros se les antoje criticarles o molestarse por lo que sean o simplemente porque existan.  Tal vez lo único que realmente les moleste a todos ellos sea tu luz brillando en sus ojos u opacando la poca que puedan ser capaces de proyectar.  Por todos ellos una petición que llegue muy alto para que por fin sean iluminados.”   
Mucho tiempo atrás, en la parte este de los Grandes Lagos, los mercaderes Anishinaabe se dedicaron a atrapar castores para que los europeos pudieran fabricar sombreros con las pieles.  Muchos mercaderes vinieron de Europa para negociar con los Anishinaabe.  Los mercaderes europeos cargaban sus navíos con las pieles de los castores para llevarlas a Europa.  Estos sombreros se hicieron populares poniéndose muy de moda.  Después de muchos años la población de castores disminuyó grandemente lo que hizo que la provisión de pieles escaseara.  Esta situación llegó al conocimiento de la reina de Inglaterra la cual comenzó a preocuparse, lo que la hace solicitar que un representante de la gente Anishinaabe viniera en uno de los navíos cargados de pieles para que le explicara la realidad de este asunto.  Y así sucedió, un representante de los Anishinaabe fue donde la reina y esta le pregunta, ¿cuál es la verdadera causa de la escasez de pieles de castor?  Años atrás nos enviaban barcos repletos de estas pieles.  Dígame por favor la verdadera razón.  Entonces, en ese preciso instante el hombre se pronuncia con una voz pausada y en un gesto muy humilde “All gone Queen” y así fue que se crea la palabra Algonquin.

Segmento de una cita recogida por Benny, Museo de Arte Contemporáneo de Chicago
Dear Friend,
I am alone because I want to be here, ALONE.
Thank you for respecting my PRIVACY.
©ANGRY ART 1986
Como hemos mencionado en nuestra introducción, este fue el nombre que se le diera al tan afamado hotel de Nueva York, escenario para historias y argumentos de los relatos de Benny.  Hemos recibido algunas aportaciones vía e mail con el interés de participar en nuestra entrada del hotel Algonquin las cuales han sido evaluadas con el propósito de utilizarlas en nuestra publicación.

Deseamos reiterar nuestro compromiso con todos los seguidores de STANZA ofreciéndoles la oportunidad de participar en nuestra próxima entrada acerca del Hotel Algonquin (afectuosamente, The Gonk).  Continúen participando, es sencillo, divertido y sobre todo colaboran con nuestro equipo de trabajo.  El equipo de STANZA les agradecerá su colaboración.  Un abrazo y un saludo de todo corazón.


Los esperamos en la página de HAPPENINGS, En Mi Escenario y El Atelier de Benny, disfruten, esperamos sus comentarios.

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