Las verdades que revela la ciencia superan siempre a los SUEÑOS que destruye. Autor desconocido
La revelación de la ciencia nos regala... |
EN LA GRAN METRÓPOLI
Todo para Benny comenzó allí, en la gran ciudad, en un espacio visiblemente salpicado de penumbras, físicamente estrecho, aun así de una amplitud indescriptible, inundado por la luz que irradia el poder contenido en el verdadero amor. En ese nivel de conciencia Benny surca los amplios e infinitos cielos eligiendo como morada temporal el vientre de su Cecilia. Al descender se posa allí, y como el misterio que es la vida para el hombre, sin aún ser descifrada, decide hacerse a la luz.
Todo acontecía como debería ser, así tenía que suceder. Entre duras historias, hermosos versos, lienzos repletos de texturas y matizados contornos coloridos. Páginas rayadas poseedoras de sonidos melodiosos de altas, medianas y bajas notas que escapaban el destino de su demarcada estructura cada vez que Cecilia las pronunciaba. No importaba si decidía recitarlas, si las cantaba o si las reunía y las preparaba como una receta ya escrita hace tantos siglos pero que ahora develaban nuevos aromas y sabores de una tierra que olía a flor de tabaco, sabía a café, y al dulce melao, melaza de caña.
Mirando a lejanas tierras |
Esa dulce energía del sol contenida en su néctar, el azúcar, que se transportaba a lejanas tierras para ser degustada, o mejor dicho devorada con descontroladas ansias para poder satisfacer al paladar sumamente crítico de aquel postor que se entregaba al lujo de las sensaciones producidas por sus delirantes notas de casi lujurioso empalago espiritual. Sin importar quienes y como hubieran derramado el sudor de su interior belleza, de su casta, para lograr producir néctar similar. Hacerlos presos-encarcelados por una vida entera únicamente por el pecado de haber nacido en circunstancias tan adversas. Su apariencia, su condición de humano que le resultaba despreciable hasta a las altas jerarquías representantes de lo que se conocía como la institución de lo celestial en la tierra. Eso, sí, solo eso bastaba para condenarlos a tal prisión, a una dolorosa pasión, a tal castigo, a una vida estéril, a una muerte en vida.
El protagonismo del tejido fino |
¿Y esos grandes libros, los que contenían el protagonismo de las profundas narraciones, de donde se tejía cada capítulo, cada acto? Desde esas resplandecientes páginas, desde cada obra realizada, cada puntada del tejido, desde donde los personajes que han acompañado a nuestro Benny apóstol iban emanando como si de un manantial que brota desde las profundidades de las entrañas de la tierra se TRATTAra. Es que su progenitora lo enseñaba a remontarse en los altos vuelos a los que Benny se fue acostumbrando y los que se iban convirtiendo en su sintonizado estilo apreciativo. Benny aprendió bien, aprendió hasta a agradecer los más sencillos regalos que la vida le ofrecía, así como los dones que se manifiestan a través de toda su existencia.
Nada de esto resultaba extraordinario para otros, quienes lo vieran. Todo era guardado con especial celo. Cecilia lo dejaría para Benny, lo que constituía su legado, su herencia, como el tesoro que era. Desde su cuna, desde su humilde entorno, desde que Benny era un recién nacido, Cecilia, su amorosa madre se ocupó de susurrarle al oído tantas veces, historias de otra tierra. Los versos y poemas, las canciones narrando tradiciones. Cecilia, en su condición de estrenada madre abnegada, la que deseaba heredarle el legado de una casta poseedora de nobles ideales, se reconocía cada vez más portadora de una misión de la que no podía desprenderse, la que tendría que cumplir en un tiempo designado para que a su vez, Benny asumiera su destinada misión.
Arte original de A. Nicholson www.annanicholsonpr.com |
“Cuéntame amado Benny, amado, apóstol…
…Cuenta las historias, narra las costumbres que te han sido legadas, recita cada poesía, cada verso, canta, danza las canciones. Muévete al ritmo de tu propia música, la que llevas por dentro, la que solo tú alcanzas a escuchar sintonizado en afinada y agudísima frecuencia. Muévete así, como de loco, como por el aire, nadie te ve, nadie te observa, nadie te juzga. Sé, sé y olvídate de todo, de todos y si te es posible olvídate hasta de mi ausencia. Sé quién viniste a SER. Sé tú, apóstol, ese, el que no logra contener la historia que se le ha encomendado contar”.
Ahora queda de ti Benny, divulgar, contar las historias con la pasión y exaltación que te caracteriza pero sobre todo abastecido del entusiasmo que como apóstol posees. Tú sabes que esto, como sacramento, lo debes llevar para que no se pierda, no se extinga. Es así que se le ha entregado el poder absoluto que yace profundamente en la semilla a todo el que con un corazón colmado de la llama eterna se permita elevarse en el rapto.
Tantos como ella, se atrevieron surcar |
UNA HISTORIA NO ENDULZADA
Existieron tantas Cecilias, tantos personajes como ella que se atrevieron surcar las profundidades de tan tempestuosos cielos y por eso esta historia no se perderá. Se va contando tal y como sucedió y no como se han propuesto, empeñándose en endulzarla con la misma azúcar que la hacía amarga y a su vez aromatizarla con el mismo grano, que si no se pila, no se seca, no se tuesta, ni se muele correctamente para que al degustarla no deje el verdadero sabor amargo con textura borrosa como hasta ahora lo ha hecho, no merecería la pena conservar la esperanza.
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Sentido de propósito tatuado en él |
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Contra los fuertes vientos cabalgando alto |
“Atrévanse a adentrarse en estos altos vuelos y velados sueños. Inevitablemente experimentarán increíbles encuentros con aquellos grandes seres a los que Benny aprendió a amar. Cada vez que se relate una nueva historia emprenderán elevados viajes de gran profundidad, así conseguirán provocar y despertar la sed insaciable que abarcará íntimamente sus corazones. A ustedes mis amados, esperanza de futuro que la vida me ha regalado, en uno de esos abrazos de entrega profunda”.
Los planos de tus logros |
“Un POSTRECILLO como muestra de mi profundo amor”.
Atesora tus visiones y tus sueños, que son los hijos de tu alma, los planos de tus logros finales. Autor desconocido
Pensando en la morada final para alcanzarla eternamente |
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